En este bloque de tres versículos, el apóstol Pedro nos esta diciendo que el crecimiento es importante, que es de vital importancia que estemos comprometidos intencionalmente a buscar crecer. Y para hacerlo, es muy necesario que estemos comprometidos a abandonar pecados, actitudes, temperamentos, estilos de vidas, hábitos, comportamientos que vienen a obstruir nuestro desarrollo espiritual. “El que se alimenta con leche todavía es un bebe y no sabe como reconocer el bien. La comida solida es para los que han crecido espiritualmente y para aquellos que por la practica han aprendido la diferencia entre lo bueno y lo malo.” Hebreos 5.13-14. (PDT).
Por lo tanto, quien esta en crecimiento sabe muy bien de lo que el apóstol esta diciendo, reconoce sus pecados, sabe muy bien cuales son sus deficiencias de su carácter, pero no se queda allí. Ese cristiano está dispuesto a aceptar sus errores, a reconocerlos y superarlos en el poder del Señor. En cambio, aquel que no crece simplemente se limita a excusar su carácter, a evadir su responsabilidad y no esta comprometido ni a examinarse ni mucho menos a buscar un cambio y eso produce que destruya su comunión con Dios, su relación con Cristo, y el compañerismo con la iglesia. Entonces, si queremos crecer espiritualmente tendremos que arrancar de nuestra vida cinco pecados que producen retroceso en nuestro crecimiento espiritual.
PARA CRECER DEBEMOS CONTROLAR NUESTRA LENGUA:
“Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones”. 1 Pedro 2.1. Este es un tema que le preocupó a Dios en el Antiguo Testamento: Leer: Zacarías 8:16-17. Este es un tema que también al Señor Jesús le preocupaba a tal grado que lo incluye dentro de su primer sermón. Leer: Mateo 7.1-4
Y por supuesto que el apóstol Pedro incluye el chisme, porque es un asunto del carácter del cristiano que debe de ser moldeado a la imagen de Cristo.
Y que al igual que los estudios anteriores, si no hacemos un esfuerzo por tratarlo, por corregirlo y de erradicar de nuestra vida, terminara dañando relaciones, dividiendo amistades, terminaremos dañando a muchos y por supuesto destruyendo la obra de Dios.
Y es que hay un grabe peligro cuando permitimos el chisme. Leer: Proverbios 22.1.
Recordemos que para los judíos el nombre de una persona era muy importante, su nombre hablaba de su misión, su propósito en esta vida, significaba las circunstancias de su nacimiento, como también una promesa y un llamado de parte de Dios. Salomón nos dice que la reputación, el buen nombre, la credibilidad, tiene un valor mayor al de cualquier riqueza. Porque si es destruido, será muy difícil de recuperar. Basta con tan solo una llamada, un correo electrónico, un mensaje escrito en el muro del Facebook para destruir el nombre de una persona.
De la palabra “detracciones” se desprende una lista interminable de pecados: Engaño, la falsedad, el perjurio, los rumores, el chisme, la difamación, la adulación, la hipocresía, el murmurar, la critica dañina, la calumnia, la censura. Pecados que a los ojos de Dios son aborrecibles. Salomón nos dice: “Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: los ojos altivos, la lengua mentirosa… El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos” Proverbios 6.16–17.
La palabra que el apóstol Pedro utilizó como "Detracción" literalmente, significa “hablar con malicia, comentarios hirientes, difamación, criticar, censurar y chismear”. Este último, el más conocido y utilizado.
Es muy interesante como el chisme tiene muchos seguidores. No se equivoca Salomon en decirnos: “Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Pero cuanto daño causan”. Proverbios 18.8 El chisme es una golosina que atrae a los oyentes, tiene el poder de cautivar, de captar, de atraer la atención. El chisme es un manjar apetecible al paladar, es un dulce que atrae, que entretiene, que envuelve. Pero el daño que produce es irreparable.
El chisme se diferencia del falso testimonio en que su contenido puede ser falso o verdadero. Muchas veces el chismoso dice la verdad, solo que lo dice a las personas incorrectas, de la manera incorrecta, con la actitud incorrecta afectando la reputación del prójimo. Leer Proverbios 11.13.
¿Cuál es el problema del chismoso? Que descubre cosas que debían continuar cubiertas, a lo menos delante de ciertas personas. Puede ser que esa situación sea verdad, pero el chismoso se encarga de darlas a conocer a las personas equivocadas, dañando la reputación de una persona. El chisme no es una diversión, es un pecado que la Escritura claramente prohíbe y condena. Leer Levítico 19.16
El chisme es un atentado contra la vida del prójimo, no en el sentido necesariamente físico, aunque podría llegar hacerlo, pero si lo es en el sentido moral, mental, emocional, y espiritual.
El apostol Pablo nos dice: “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”. Colosenses 4.6.
Lo que Pablo nos dice en este versículo tiene un doble impacto: (1) Que nuestra conversación debe ser «agradable, agraciada, dulce, amable». (2) que nuestra conversación debe brotar de la «gracia», es decir, del amor inmerecido que proviene del amor de Cristo en nosotros. ¿Son tus palabras un vehículo de bendición y edificación? ¿Son tus comentarios agradables de tal manera que edifican a los oyentes? ¿Podrán decir las personas que te rodean que tus conversaciones son un vehículo de gracia?
“Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana” Santiago 1.26. El apóstol dice: tu puedes decirme que tienes años de ser cristiano, que has leído la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis, que has asistido a estudios bíblicos, grupos pequeños, células grandes, pero si no controlas y no refrenas tu lengua, te estas engañando. ¿Que debemos hacer para luchar eficazmente contra este mal? Aparte de arrepentirte y pedirle perdón a Dios:
1. orar:
Pongamos en practica la misma oración que David elevo al Señor: Leer Salmo 141.2-4. Todos nosotros tenemos necesidad de orar de esa manera.
2. Disposición de pensar antes de hablar:
Muchas personas tienen problemas con su boca porque hablan primero y piensan después. Leer Prov.15.28 Tenemos que preguntarnos antes de hablar: ¿Es necesario que yo diga esto? ¿Es edificante? ¿Lo haría cristo si estuviera en mi lugar?
3. Considerar seriamente los efectos negativos que produce el chisme:
Una vez se hecha andar un rumor ya no hay manera de detenerlo y cada vez que una persona lo escucha y lo comenta le añade un poco aquí finalmente se crea una distorsión enorme de lo que sucedió si es que realmente sucedió. Es como un fuego que no se puede apagar. Leer Proverbios 26.20.
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