El crecimiento es el proceso biológico más característico de la infancia. Se inicia en el momento de la fecundación del óvulo y se extiende hasta que finaliza la maduración de los huesos. Todos sabemos muy bien que para que nuestros hijos crezcan ellos necesitaran todos los nutrientes, todas las vitaminas, y una alimentación saludable. ¡Es hermoso ver crecer a nuestros hijos!
En el área espiritual sucede lo mismo, es muy importante el crecimiento, es muy importante que nos desarrollemos, es de vital importancia que estemos comprometidos intencionalmente a buscar crecer.
Que no nos conformemos a un “enanismo” espiritual donde solamente nos limitamos con poco y caigamos en el error de ser simples espectadores; Simplemente asistentes regulares, que están de acuerdo con algunas verdades bíblicas, que les gusta el mensaje de la Cruz, que les gusta el ambiente de la iglesia, pero no logran avanzar más allá de lo que Dios espera de nosotros. .
El apóstol Pedro es muy puntual en decirnos que no habrá crecimiento si no somos sinceros en cuanto a actitudes, hábitos y comportamientos que Dios desea cambiar en nosotros.
Y nos dice que para crecer espiritualmente tenemos que despojarnos de algunos pecados que impiden ese crecimiento. La semana pasada estudiábamos el despojarnos de toda malicia y hoy veremos:
2. Con Engaño No Hay Crecimiento:
Una vez más Pedro utiliza el adjetivo “todo” para incluir todo lo que sea engañoso. Esta palabra se traduce como: la falsedad, la astucia, la seducción, la trampa, la difamación, el engaño, la traición y por supuesto, la mentira. Y estoy más que seguro que a ninguno de nosotros nos han venido a contar, los daños tan terribles que puede causar una mentira. Con un simple engaño se puede destruir la confianza, el afecto y la atmósfera de amor que por años se ha construido en una relación entre esposos. Y por supuesto que la comunidad cristiana no se escapa de los estragos que las mentiras pueden causar dentro del Cuerpo de Cristo, que es la iglesia: Muchos han sido lastimados, maltratados, explotados por lideres que abusaron de la confianza que se había depositado en ellos.
El diccionario da su aporte a este tema dando un significado frío, pero real. El diccionario define a la mentira como: una declaración no verdadera que se dice con la intención deliberada de engañar. El tema es muy serio y en algunas ocasiones cae en el terreno de lo irónico, porque teóricamente el ser humano exalta la verdad y condenan la mentira; Pero bajo ciertas circunstancias, bajo ciertos escenarios sobre todo cuando hay beneficios de por medio que obtener o algún problema que evadir, la mentira deja de ser considerada como un pecado y se convierte en astucia, en sagacidad, en viveza. Lo que si es cierto y en lo cual no hay división de opinión es, que será muy difícil la sana convivencia en comunidad si no hay confianza. No se podrá vivir correctamente, si no se puede confiar en lo que el otro está diciendo. Vale la pena preguntarnos: ¿Estoy consciente del riesgo que se puede generar si no soy veraz con mis palabras? ¿En mi día a día, mentir es un recurso en mis conversaciones?
No crea que mentir es cosas de niños, no crea que, ante los ojos de Dios las mentiras por pequeñas que te puedan parecer pasaran desapercibidas. ¡NO! Dios es muy radical en cuanto a la falta de veracidad: Leer Salmos 101.7; Proverbios 12.22.
3. Con Hipocresías No Hay Creciemiento:
El apóstol dice: “Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía”. 1 Pedro 2.1. Podríamos decir que la hipocresía es la hermana gemela de la mentira, quien permite la mentira es cómplice de la hipocresía. Porque por definición una persona hipócrita es un mentiroso pues pretende ser lo que no es. El diccionario bíblico define HIPÓCRITA a la persona falsa, no sincera, que finge bondad cuando en realidad es mala, que procura aparentar lo que no es. El uso de la palabra hipócrita es interesante, especialmente cuando entendemos su sentido en los tiempos de Cristo. La palabra viene de la unión de dos términos en griego: hupo (encima) y krytos (cara). El término se refería a una máscara que usaban los actores, colocada sobre la cara, que escondía el verdadero rostro del artista.
De esta forma un hipócrita era, literalmente, alguien que representaba un papel que no correspondía al que practicaba en la vida real. En términos horizontales, en lo que respecta a la interacción con las personas: ¡Que tremendo desafío es interactuar con personas hipócritas! Porque se acercan a ti con un interés egoísta, porque vienen a ti con una doble clara, es un desafío porque para tener una sana comunicación se requiere la sinceridad, la honestidad y no la dobles.
El problema con este tipo de comportamiento es que un hipócrita jamás te dice las cosas de frente, incluso cuando está contigo te dicen que te quiere, pero por la espalda es todo lo contrario. Este tipo de personas por lo general son personas muy amargadas, con mucho resentimiento, jamás soportarán que seas mejor en algo. Siempre tratará de hacerte daño, y puede estar tomando café y buñuelo contigo, pero dentro de su corazón sólo hay rencor, de su corazón solo salen cosas malas y perversas. El apóstol Pablo dice en Filipenses 1:10 “Para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo”.
Cuando Pablo expreso esta palabra: “sinceridad” como parte del carácter cristiano, tenía en mente no una integridad parcial, momentánea o pasajera. Por el contrario Pablo dijo: “hasta el día de Cristo”. Porque evidentemente todos estaremos cara a cara delante del Señor. “El cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones” 1 Corintios 4:5. Tomémonos unos segundos y analicemos si el Señor viniera hoy, si Jesús llegase en este momento: ¿Es tu vida cristiana real o hipócrita, genuina o falsificada? Si el Señor viniera hoy ¿Cuál sería Su evaluación: ¿Tendrías un corazón sincero o falso?
¿Cómo dar solución al problema del engaño y la hipocresía?
1. Enfrente todas las situaciones de su vida con la verdad:
¿Se halla usted en un dilema preguntándose si debería decir la verdad o no? La pregunta para hacerse en tales momentos es: ¿Bendecirá Dios mi engaño? ¿Bendecirá Dios, quien aborrece la mentira, un trabajo realizado sobre las mentiras? ¿Bendecirá el Señor, quien ama la verdad, un negocio hecho en falsedades? ¿Acudirá Dios en auxilio de un mentiroso? ¿Bendecirá Dios mi falta de veracidad? Leer Efesios 4.25
2. Recuerde que más rápido cae un mentiroso que un cojo:
“Los labios sinceros permanecen para siempre, pero la lengua mentirosa dura sólo un instante” Proverbios 12.19
3. Considera las consecuencias expresadas por Dios en cuanto a la mentira:
“El testigo falso no quedará sin castigo, Y el que habla mentiras perecerá.” Pr 19.9
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