top of page
Buscar
pandevidamcallen

CREER BIEN VIVIR BIEN


La carta de Santiago es una de las cartas más importantes del Nuevo Testamento por varias razones:  En primer lugar, porque es una carta centrada en la fe. Santiago se refiere a la fe, 14 veces en tan solo 5 capítulos.  Y como todos sabemos, la Palabra de Dios nos enseña que la vida cristiana es, de principio a fin, una vida de fe. Se inicia con una decisión de fe: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe”. Efesios 2.8; pero luego, esa vida continúa por fe.  “(porque por fe andamos, no por vista)” 2 Corintios 5:7.   

En segundo lugar, Santiago no deja la fe en términos teológicos, doctrinales, o en el plano académico; por el contrario, se enfoca en lo que tú y yo debemos de hacer con lo que decimos creer. Considera esto, de 108 versículos contenidos en esta carta, 59 son mandatos a obedecer.  En otras palabras, el mensaje directo que nos da Santiago es que tenemos que aplicar la fe que decimos creer. Esto es sumamente importante en un tiempo como hoy, porque desde el púlpito de muchas iglesias se está predicando: Sí a Cristo, sí el mensaje de Cristo, sí las obras de Cristo, pero un Cristo que no tiene ninguna influencia el resto de la semana. 

Pero hay una tercera razón del porque no solo Santiago es importante, sino del porque hoy estamos iniciando esta serie y es: que la fe no solo actúa en términos personales, sino que Santiago también nos enseña que la fe tiene un impacto en las personas que nos rodean. Por ejemplo, Santiago aborda muchos temas prácticos: las pruebas, pobreza y riqueza, el materialismo, el favoritismo, la justicia social, el manejo de la lengua, el control de la ira; por lo tanto, La manera en que las enfrentamos afecta a las personas a nuestro alrededor. 

   Así que, Santiago busca que tu yo examinemos nuestra fe y evaluemos la calidad de nuestra fe. Y esta es una verdad que la vemos en reiteradas ocasiones a lo largo de la Palabra de Dios, donde se nos dice constantemente que se pruebe la validez de la fe que profesamos tener. Leer Salmos 139.23-24; Salmos 17.3; 2 Corintios 13.5.


Tenemos entonces que preguntarnos a la luz de estos versículos: ¿Es mi cristianismo sincero, real y autentico?  ¿Realmente mi vida ha cambiado? ¿Se puede evidenciar que ha habido un cambio genuino, real y profundo en mi corazón? ¿Las personas que me rodean pueden ver que verdaderamente soy diferente? Estas preguntas son muy importantes porque según Santiago, se puede creer bien, pero no vivir lo crees. “Tú dices tener fe porque crees que hay un solo Dios. ¡Bien hecho! Aun los demonios lo creen y tiemblan aterrorizados”. Santiago 2.19 (NTV).  En otras palabras, qué bueno que tú crees que Dios es uno, que es un Dios salvador, un Dios amoroso, un Dios bueno, pero ¿Sabes qué? los demonios tienen años, años y años de creer exactamente lo mismo. 

Por lo tanto, el cristiano verdadero es alguien que ama sinceramente a Dios y ese amor a Dios afecta toda su vida, afecta todo lo que piensa, afecta todo lo que hace.  La pregunta entonces es: ¿Por qué es posible creer bien, pero no vivir de acuerdo a lo que crees?    


1. Porqué rehusamos seguir la voluntad de Dios:

En términos prácticos ¿Qué significa ser un cristiano? Cuando nosotros vinimos a Cristo, sucedieron muchas cosas en términos espirituales, si lo pudiera simplificar les dijera que ser cristiano es renunciar a nuestra voluntad para hacer y cumplir la voluntad de Dios. Leer Lucas 6.46

Ahora, si tú todavía persigues hacer tu propia voluntad y ese es el objetivo principal que mueve tu vida debes de preguntarte: ¿De qué fue lo que te arrepentiste cuando viniste a la cruz de Cristo? El hacer la voluntad de Dios es sumamente importante porque determinara si pasaremos la eternidad cerca de Dios o no. “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: más el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” Mateo 7:21. Los cristianos descritos aquí por Cristo son personas con una muy buena teología, doctrinalmente están en lo correcto. Estas personas llamaban a Cristo Señor, no lo consideraban como un gran hombre, no lo consideraban simplemente como un gran maestro, ellos confesaban con su boca que Jesús es el Señor. No obstante, Jesús les dice: “No entraran en el reino de los cielos”.   

¿Dónde estaba su error? ¿En qué se equivocaron?  En que ellos decían que Jesús es el Señor, el dueño de sus vidas, el amigo cercano, pero a la hora de la verdad, en el momento de tomar decisiones, de proyectar sus metas, de planear, de organizar sus vidas, de dar testimonio, Cristo estaba fuera. Entonces, ¿Qué es lo que tenemos que hacer? Cristo nos dice: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Mateo 16.24     En otras palabras, tomar la cruz es renunciar a mí mismo y dejar que el Señor tome el control sobre mi vida. Tomar la cruz es hacer lo que Dios me pide hacer y no hacer lo que yo deseo hacer. 

¿Por qué es posible creer bien, pero no vivir de acuerdo a lo que crees? 


2. Porque alguien ha ocupado el primer lugar de tu corazón, y ese alguien no es Dios:

   Puedes tener el deseo de agradar a Dios, pero si no estás dispuesto a dejar a un lado otras cosas que han desplazado a Dios del primer lugar de tu corazón, cosas que han atrapado tu vida, distraído tu vida, cautivado tu vida; Dios ha pasado a un segundo lugar. Cosas que han secuestrado tu tiempo, reducido tus energías, desviado tus recursos al punto que te impiden progresar, crecer y tener una vida abundante en Cristo. Leer Lucas 18:18-24.

   ¿Será que podemos ser capaces de no solo identificar qué cosas son las que están rivalizando con Dios, sino sacarlas por completo de nuestra vida para que Dios ocupe el lugar que le corresponde?


3. Porque aún no te has liberado de un estilo de vida religioso:

    Y entiéndanme muy bien este punto, porque muchos han dejado la religión popular, muchas han dejado a un lado las imágenes, muchos han dejado los rezos, las penitencias, las misas, pero aún siguen cargado ese estilo religioso de darle a Dios las limosnas de su vida, de su tiempo, de sus talentos, de sus recursos, de sus dones, como si tú le estuvieras haciendo un favor a Dios. Para no caer en este error, ¿Qué es lo que debemos de hacer? 

  • Tenemos que tener un corazón centrado en Jesús. 

  • Dios tiene que tomar el primer lugar de tu corazón. 

  • Entender que la vida cristiana se trata de una relación dinámica con Jesús.


    Santiago, que en griego es Jacobo, es el autor de esta carta, pero Santiago no tuvo un buen comienzo. Jacobo (Santiago) era el mayor de los hermanos de Jesús. “¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él”. Marcos 6.3.

Al principio Santiago no creía bien, incluso se nos dice que sus familiares salieron para echar mano de Jesús, pues decían: “Está fuera de sí” (Marcos 3:21), y “que ni aun sus hermanos creían en él” (Juan 7:5). Así que Santiago no tuvo un buen comienzo, sin embargo, después de la resurrección de Jesús, su vida cambio, su vida tuvo un cambio tan grande, a tal punto que se convirtió en un líder cristiano con un compromiso firme por el Señor. Tal vez hoy aquí hay alguien que no empezó bien su vida, tal vez aquí hay alguien que al igual que Santiago rechazó a Cristo. Tal vez aquí hay alguien, que ni su propia familia creen en ti. Incluso tu propia familia o amigos no solo no creen en ti, sino que están convencidos que siempre serás el mismo y que nunca vas a cambiar. 

Tal vez usted se pregunta: “¿No es demasiado tarde para que haya un cambio en mi vida? ¿No será demasiado tarde para que Dios trabaje en mi vida? ¿No será demasiado tarde para corregir mi pecado?  Y la respuesta a estos interrogantes siempre será: “¡NO! nunca es demasiado tarde”. “Ni mucho menos es demasiado tarde para regresar a los brazos de Jesús”.  Tal vez hayas cometido muchos errores, y hayas tomado malas decisiones; nunca es demasiado tarde para que Dios te lleve directamente hacia el plan que Él tiene preparado para ti.      

Ten siempre presente que mientras Dios ve en ti un futuro mejor, el enemigo tratara de que te enfoques en lo peor de tu pasado.  Mientras Dios te dice: “si puedes a pesar de lo que has hecho”, el enemigo te dirá: “no puedes a causa de lo que has hecho”. Ten siempre presente que Dios nunca te definirá por tu pasado, Dios siempre desea lo mejor para tu vida.   ¿Qué tengo que hacer? Ven a Jesús. Y al igual que Santiago tú puedes venir a Jesús y no solo creer bien, sino vivir bien. La decisión es tuya.  


PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

  • ¿Qué es más importante: tener fe o obedecer?  

  • ¿Por qué hay muchas personas que creen bien, pero no viven bien? 

  • ¿Qué es lo que debemos de hacer para no solo creer bien, sino vivir bien? 

  • ¿Qué significa para ti, en términos prácticos, la vida cristiana?

23 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page