Si pudiéramos dar una definición de lo que es la vida del cristiano les diría: “Que es un soldado en pie de guerra”. Somos soldados en medio de una guerra. Cada día, nos enfrentamos a nuevos peligros, nuevos desafíos, nuevas tentaciones, nuevas estrategias; Salimos de una tentación y entramos en otra.
La pregunta es: ¿Qué tan consciente estas de esto? ¿Cuándo te levantas cada día, y te envuelves en tu rutina, te acuerdas que estas en un campo minado? ¿Te acuerdas de que debes de caminar con mucho cuidado para no ser emboscado por el enemigo? Nos guste o no, lo quiera o no lo quiera, lo tenga presente o lo quiera ignorar estamos en guerra.
El apóstol Pedro nos dice: “Que os abstengáis de las pasiones carnales que combaten contra el alma”. Cuando hablamos de guerra espiritual, la situación no es sencilla, es compleja porque la lucha se libra desde varios frentes, y tal vez uno de esos frentes donde más ataques recibimos es en el alma, en nuestro interior, son nuestras pasiones. Pedro los identifica como: “deseos carnales que batallan contra el alma”.
Cuando el apóstol dice a que nuestro enemigo es la carne no se refiere a esa capa que recubre los huesos. Sino a la capacidad espiritual perversa dentro cada ser humano. Esta carne tiene algunas características:
1. Carne Promueve la Anarquía:
Según el diccionario la anarquía es: La ausencia de normas, ausencia de autoridad, ausencia de control, ausencia de ley. Leer Romanos 7.14-19. ¿Recuerdas quién escribió estas palabras? ¡El apóstol Pablo! Pablo, el misionero; Pablo, el apóstol; Pablo, el mártir; Pablo, el escritor bíblico. Y dice: “El animal que tengo dentro toma control de mí”. Tal vez tu digas: “Pastor no me gusta escuchar esas cosas”. Créeme, a mí tampoco me gusta decirlas, pero debemos enfrentar el hecho que hay algo bestial dentro de cada uno de nosotros. Hay algo malo -bestial- dentro de cada uno de nosotros. “en mi carne, no mora el bien”. Dice el apóstol Pablo. Por eso la vida cristiana es una lucha diaria renunciando a esto que se llama: Carne. Leer Gálatas 2.20.
Pablo pregunta: «¿Quién me librará del poder de la muerte que está en mi cuerpo?», y el mismo responde: «Solamente Dios, a quien doy gracias por medio de nuestro Señor Jesucristo» Romanos 7:25. Solamente Dios puede traer orden en medio de la anarquía, solamente Dios puede controlar nuestras pasiones.
2. La carne es nuestro talón de Aquiles:
El Diablo usa la carne como una herramienta para obtener el control de nuestras vidas. Pablo nos advierte de no dar lugar al diablo “ni deis lugar al diablo”. Efesios 4.27
"Dar lugar", literalmente nos indica dar derecho o ceder terreno para que Satanás ataque. Cuando permitimos que la carne actué sin control, se da rienda suelta a varios pecados. ¿Cuáles son esos pecados: Leer Gálatas 5.19-21
Siendo claros, pudiéramos decir que nuestro peor enemigo somos nosotros mismos. Y el Diablo lo sabe muy bien, y sabe utilizar muy bien esa falla dentro de nosotros para atacarnos, para derrotarnos, para destruirnos por completo.
¿Cómo lograr el triunfo sobre esta lucha interna que todos enfrentamos?
1. Recuerda quien eres y a quién le perteneces:
“Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos”. El término que se traduce ‘extranjeros’ se refiere a personas que no tienen derechos en el lugar donde viven, y el término ‘peregrinos’ habla de los que no tienen hogar, que van de paso. El apóstol Pedro nos dice que en medio de esa lucha interna tenemos que recordar: Quienes somos y a quien le pertenecemos.
Porque cuando entendemos cual es nuestro lugar en este mundo, cual es nuestra responsabilidad en esta vida, y en donde estaré cuando ya no este en este mundo, eso será una barrera para no dejar que las pasiones carnales que combaten en nuestro interior nos venzan. Miremos rápidamente un ejemplo: Leer: Génesis 39: 2-6
José era un hombre atractivo, lo tenia todo: inteligencia, todo lo que hacia prosperaba, tenia educación, capacidades administrativas, y sin lugar a dudas que la gracia de Dios estaba en su vida. Leer: Génesis 39:7 ¿Cómo pudo este joven poder vencer esas pasiones y enfrentar esa tentación tan fuerte por parte de esa mujer? Leer: Génesis 39:8-9.
José no era una piedra, ni una momia, sino un joven con las mismas pasiones, emociones y con un corazón ardiente de cualquiera que estuviera caminando en los 30 años de edad. Sin embrago José dijo: “es un pecado horrible contra Dios. Y se marcho. ¿Cómo pudo José permanecer firme ante esta situación de seducción? Creo sin lugar a dudas, que José entendía quien era y a quien le pertenecía. ¿Cómo lograr el triunfo sobre esta lucha interna que todos enfrentamos?
2. Recuerda que alguien nos observa:
“Asegúrense de actuar apropiadamente cuando estén en compañía de quienes no son cristianos, para que incluso si los acusaran de hacer lo malo, ellos puedan ver sus buenas obras y glorifiquen a Dios cuando venga” 1 Pedro 2.12 (VBL).
Los creyentes deben abstenerse de los deseos pecaminosos no sólo por causa de su bienestar espiritual, sino también para mantener un testimonio efectivo ante los incrédulos. Un estilo de vida cristiano piadoso es un medio poderoso para convencer al mundo de su pecado. Nosotros vivimos en casa de vidrios, estamos en exhibición, ellos observan nuestra conducta, nuestras obras, nuestras palabras, ellos evalúan todo lo que hacemos, y como reaccionamos ante ciertas situaciones, cuando somos tropiezo para otros, las buenas acciones que haces, ellos están viendo como reaccionas en el trabajo, en la escuela, y como hablas.
Ellos ven como nosotros enfrentamos los problemas de esta vida, en el trabajo con nuestros hijos, en el medio donde nos movemos. Ellos ven como tratamos a nuestra esposa, y a nuestros hijos. Nuestras vidas están al descubierto, y Pedro nos dice que debemos mantener una conducta irreprochable. Los cristianos fueron acusados de muchas cosas, nosotros no nos vamos a librar de eso.
A los cristianos los acusaron de caníbales por decir que en la Cena del Señor tomamos la copa que simboliza la sangre y el pan que simboliza el cuerpo. Se amaban entre si y los acusaron de incesto, creen en un Dios invisible y los acusaron de ateos, no juraban fidelidad al Cesar y los acusaron de traición. De inmoralidad por el beso santo.
Nosotros vamos hacer acusados a pesar de nuestra buena conducta. Pero leamos bien lo que dice Pedro, él nos dice que nos van a calumniar haciendo las cosas bien, y si te calumnian porque en verdad estas haciendo las cosas mal, tu estas trayendo vergüenza al cuerpo de Cristo. Por lo tanto, cuida tu testimonio, cuida tu relación con Dios.
3. Activamente necesitamos depender de Cristo:
Debemos reconocer que somos débiles pero al mismo tiempo necesitamos depender completamente de Cristo. ¿Y eso como se hace? Bueno se empieza a través de la oración. La oración de un cristiano no es un intento de forzar mover la mano de Dios sino un reconocimiento humilde de impotencia y dependencia en Dios. Leer Mateo 26:41.
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