Decir que nuestro mundo está en crisis, es quizás quedarnos cortos en la descripción, porque lo que ha hecho el pecado en el corazón del hombre no lo podemos describir con palabras. Todos los días somos testigos noticas tras noticias del estado tan perverso del corazón del hombre: Padres contra hijos e hijos contra padres; matrimonios en crisis, hogares destruidos, familias divididas.
La semana pasada les decía que el apóstol Pablo quiere que entendamos que, para tener una buena relación familiar es importante tener una buena relación matrimonial. Por esa razón a las esposas Pablo les ordena: “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor.” Efesios 5.22. Y a los esposos Pablo también les ordena: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”. Efesios 5.25.
Por lo tanto, para poder experimentar la gran bendición que es el matrimonio, las esposas están llamadas a respetar a su esposo, para ilustrar cómo la iglesia se somete a Cristo. Y el marido está llamado a amar a su esposa, de tal manera que ilustre el amor de Cristo por la iglesia. ¿Por qué esto es tan importante? Pablo nos dice: Que el factor primordial para criar hijos saludables no se limita únicamente a expresarles amor, la clave para una crianza saludable radica en la calidad de la relación entre papá y mamá. Por lo tanto, una relación entre esposos correcta debe preceder una paternidad correcta. El apóstol entiende que, para tener familias funcionales es importante que los padres se amen, se respeten, que convivan en armonía conforme al plan divino. Lamentablemente muchas veces no logramos este objetivo y cometemos algunos errores. El primero de esos errores lo mirábamos en el estudio anterior:
1. El no respetar la autoridad y no ser una autoridad respetable:
Una parte fundamental de la responsabilidad que Dios ha delegado a los padres es: de instruir a nuestros hijos en su deber que tienen de honrar, respetar y obedecer a los padres, esta tarea es nuestra responsabilidad. No debemos delegar esa responsabilidad, ni transferirla, ni mucho menos ignorarla, o evadirla con la excusa de no ser competentes, de no estar entrenados o en el peor de los casos cansados, estresados, o con la excusa de no tener el tiempo.
Padres ese error no lo podemos cometer, porque sería un pecado gravísimo ver que nuestros hijos se van a lanzar por un precipicio y no hacer nada por detenerlos. Ese es un pecado que viola la ley de amor. Salomón nos dice: “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”. Proverbios 13:24
2. Cuando Mamá Esta Ausente:
A medida que pasan los años, generación tras generación, este problema se hace más intenso. Cada vez más tenemos más madres fuera de casa por razones laborales, presión financiera, cada vez más hay madres que se han trazado alguna meta y están fuera de casa; y eso ha producido que cada vez más se tengan hijos que son criados por terceras personas, o incluso de sus propios hermanos, y en el peor de los casos muchos están solos. Cada vez existen más adolescentes criando a sus hermanitos, y cada vez existen más hijos que no pueden pasar el tiempo que necesitan con sus madres.
Tristemente hoy hay muchas madres empujadas por diferentes circunstancias que están descuidando lo más importante. Madres jóvenes que tienen hijos recién nacidos, están tratando de encontrar a la persona adecuada para que cuiden de sus hijos. Algunas logran tener el apoyo de sus propias madres, pero difícilmente esas abuelitas aunque bien intencionadas, muy poco pueden hacer para suplir ese vacío que tienen los pequeños.
Nuestra sociedad nos ha querido vender la idea, de que la mujer exitosa es la que trabaja fuera del hogar, la empoderada, la que consigue títulos; en contra de la pobre mujer conformista que solo está en casa. Y tristemente muchas mujeres han comprado esta filosofía y han dejado sus hogares a la deriva.
Tal vez algunas mujeres se están preguntando: ¿Usted me está queriendo decir que está mal que trabaje, que está mal que quiera superarme? NO. Lo que la palabra de Dios nos quiere mostrar a todos es que hay un equilibrio. Que con la ayuda de Dios busquemos el balance y no descuidemos lo más importante; porque a la larga ningún dinero, título, ni los proyectos valen la pena si perdemos a nuestros hijos.
“¿No será que al pensar a si, están siendo machistas? Porque hay que trabajar, hay obligaciones que cumplir; el sueldo de mi esposo no nos alcanza, hay compromisos financieros que realizar porque de lo contrario lo perdemos todo”. Nuevamente, no le estamos pidiendo que renuncie a su trabajo, que abandone sus proyectos y abandone sus aspiraciones profesionales; sino que tomemos el ejemplo de una mujer que fue exitosa, sin descuidar lo más importante: su hogar. Leer Proverbios 31.10-31.
Esta mujer virtuosa, lejos de no estar involucrada, es descrita como: Capaz, fuerte, decidida, usando un término de nuestra época esta mujer es una mujer emprendedora. Pero también está el otro lado de la balanza, porque también es una mujer amada por su familia. El versículo 28 nos muestra el cariño de parte de los hijos: “Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada”. Además, su esposo reconoce que ella es una esposa única, especial e importante para su vida. “y su esposo la alaba y dice: «Hay muchas mujeres buenas, pero tú eres la mejor de todas". (v.29).
3. Papá nunca está en casa:
NO hay peor combinación que la ausencia de los dos padres en el hogar. Según la Oficina del Censo de EE. UU. Alrededor de 18,4 millones de personas viven sin un padre biológico, padrastro o adoptivo. Significa que 1 de cada 4 niños pasa por la vida sin tener una figura paterna que los guíe, proteja y los ame. El 40% de los estadounidenses se crían sin padres funcionales. Ahora, no nos dejemos engañar por lo números, porque estas estadísticas son con relación al censo, pero no se está calculando el hecho de que, aunque un padre esté físicamente presente en el hogar, padres que sí están viviendo en casa, pero que están ausentes emocionalmente de sus hijos, ausentes afectivamente de sus hijos, y ausentes en su liderazgo en el hogar.
Y si tal vez alguien esa pensando que eso no es tan importante, considera las siguientes estadísticas: Los hijos sin padre son:
5 veces más propensos a suicidarse.
32 veces más probabilidades de huir de casa. 20 veces más propensos a tener problemas de conducta.
14 veces más de probabilidades de cometer una violación.
20 veces más de probabilidades de terminar en prisión.
Lo que hoy estamos viviendo, no solo dentro de las familias no cristianas, sino incluso de familias de creyentes, es que los padres están tan ocupados que no tienen tiempo para dedicarles a sus hijos. Lo paradójico de lo que estamos viviendo es que tenemos excelentes empresarios, buenos maestros, abogados sobresalientes, ingenieros exitosos, etc., pero que están fracasando en cuanto a la enseñanza en el hogar.
Lamentablemente muchos hijos están creciendo con padres ausentes y eso les está produciendo un vacío en su interior. Padres, el no estar presentes en las diferentes etapas de la vida sus hijos, puede producir en el corazón de ellos heridas muy profundas. Tal vez algunos me digan: “No lo creo, porque yo crecí sin mi apá y aquí estoy”. Ok, aquí estas, pero por la misericordia de Dios. Pero ese patrón de conducta, ese círculo vicioso Dios nos ha llamado a cortarlo y a no repetirlo.
¿Qué se supone que tengo que hacer? En mi opinión, la imagen que nos brinda la biblia de Dios como Padre es un ejemplo que deberíamos imitar: Nuestro Padre celestial nos ofrece consuelo en momentos de aflicción, de la misma manera nosotros estamos llamados a consolar a nuestros hijos en sus momentos de dolor.
En ocasiones recibimos la corrección amorosa por parte de Dios, de forma similar, se nos insta a corregir a nuestros hijos con amor. En numerosas ocasiones, somos protegidos por nuestro Padre celestial; de igual manera, nuestros hijos necesitan la protección de sus padres. Padres nuestro llamado de parte de Dios no es que seamos padres perfectos, nuestros hijos no necesitan padres perfectos, tu esposa no necesita que tu seas perfecto, tu no necesitas ser perfecto, Más bien, nuestra tarea es dirigir a los hijos hacia la persona perfecta, que es JESÚS.
Preguntas para Reflexionar:
¿Cuál es la solución para una sociedad que vive en crisis?
¿Cuál es el ingrediente clave según Pablo, para criar hijos saludables?
¿Por qué hay tantas madres ausentes de casa?
¿Por qué muchos padres están ausentes de la vida de sus hijos?
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