Piensa por un momento en el peor escenario para tu vida, generalmente no lo pensamos; generalmente tratamos de no imaginar que tenemos que pasar por circunstancias difíciles, pero imagina el peor escenario: Un diagnóstico negativo de tu doctor, una terrible enfermedad que ataca la vida de tus hijos, la muerte prematura de un cónyuge, la pérdida de un hijo, de un amigo muy cercano. La pregunta es: ¿Cuál sería tú respuesta? ¿Cuál sería tu primera reacción al recibir una llamada y recibir una noticia que nunca esperarías recibir? ¿Qué sentirías?
Santiago es directo y nos da no solo la actitud que deberíamos de tener cuando enfrentamos el sufrimiento, sino que también nos da el propósito por el cual tú y yo enfrentamos el sufrimiento. Y esto es clave porque los receptores originales de esta carta no la estaban pasando muy bien. Santiago no se dirige a un grupo específico, en un lugar, o a una iglesia en específico; Santiago se dirige a todos los creyentes que estaban enfrentado persecución y que debido a la persecución habían tenido que huir.
Y lo primero que nos dice es que independientemente de la situación que estemos viviendo, ya sea que nos haya tocado salir huyendo del peligro, o que el sufrimiento este tocando nuestras vidas, hay algo que nos une, hay algo que nos conecta y nos acerca cuando enfrentamos el dolor, y es que somos hermanos en Cristo. Y el hecho de que Santiago haya iniciado el tema del sufrimiento recordándonos que la iglesia es una familia, es muy relevante; porque nuevamente, como se los he dicho una y otra vez, la iglesia es un hospital, que a través del apoyo mutuo podemos hacer que los sufrimientos sean menos agobiantes. ¿Notas el mensaje detrás de esa palabra hermanos que emplea Santiago? Santiago nos está diciendo que el lugar correcto para que ese dolor pueda ser más soportable, pueda ser sanado, tratado, curado, es cuando estamos cerca de la familia de la fe. “Si alguien se alegra, alégrense con él; si alguien está triste, acompáñenlo en su tristeza”. Romanos 12.15. (NBV)
¿Por qué es tan importante que entendamos que la iglesia es un hospital? Porque resulta que muchas veces cuando nosotros enfrentamos el sufrimiento, puede suceder que ni siquiera a tu misma familia de sangre le importa lo que te suceda. Hay esposas que tienen, perdónenme la expresión, tragarse el dolor porque el marido es un insensible; hay matrimonios que están luchando con dificultados en su relación y no encuentran el apoyo, hay hijos que tienen que sufrir en silencio porque sus padres ni se han dado por enterados del dolor que están viviendo. Y el mensaje de Santiago es muy oportuno porque nos dice que antes de que busquemos ayuda en personas que no comparten nuestra misma fe, nuestro mismo salvador, nuestra misma esperanza, nos refugiemos en los hermanos. “Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones”. Hebreos 10.24. En otras palabras, seamos creativos, propositivos y determinados a buscar la manera en que podamos ser de bendición para nuestro hermano por medio de actos de amor y buenas acciones.
Pero aquí hay algo muy clave, para poder ser yo motivado, animado, consolado, ministrado, alentado, yo tengo que estar conectado con la iglesia. “Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca”. Hebreos 10.25. Nuevamente, ¿Por qué es tan importante que entendamos que la iglesia es un hospital? Porque el sufrimiento nos puede llevar a reaccionar violentamente: Cuando los problemas surgen pueden brotan acciones tan violentas como la ira, la rabia, y el enojo. Emociones muy peligrosas porque el enojo nos puede llevar a decir cosas que no deberíamos haber dicho, o hacer cosas de las cuales tenemos después que arrepentirnos. La ira fuera de control hace despertar el animal que todos llevamos dentro. Salomón nos dice: “El que fácilmente se enoja hará locuras” Proverbios 17.14. Salomón nos dice: “Cuidado porque fácilmente te puedes unir al gran grupo de locos que andan por la calle sueltos.
El sufrimiento también nos puede llevar a experimentar una tristeza profunda: No solo el enojo puede explotar sino sentimientos de tristeza, desámino, y en el peor de los escenarios una depresión severa. La depresión es un trastorno emocional que se caracteriza por alteraciones del humor, tristeza, baja autoestima, cansancio, insomnio, pensamientos negativos. Cuando una persona está deprimida, ve la vida a través de un filtro oscuro, se siente indefensa, se odia a sí misma, y está profundamente desesperanzada en cuanto al futuro. Pero escuche lo que el Señor te dice hoy: “Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes”. Salmos 40.17.
¿Por qué Santiago introduce el tema del sufrimiento con la palabra hermanos? Porque cuando el sufrimiento se presenta, hay una línea peligrosa que fácilmente podemos cruzar: Lamentablemente frente al dolor son muchos los que han cruzado la línea y han llegado a cometer suicidio. Son muchas las personas que ante los problemas de la vida, se ven arrinconadas de tal manera que equivocadamente creen que la única salida a esa situación difícil que están enfrentado es terminar con la vida. Por esa razón Santiago nos dice cual debe de ser nuestro rol: “pueden estar seguros de que quien haga volver al pecador de su mal camino salvará a esa persona de la muerte y traerá como resultado el perdón de muchos pecados”. Santiago 5.20.
Ahora podemos entender con claridad, por qué Santiago inicia el tema del sufrimiento con la palabra hermanos. La pregunta entonces es, si los sufrimientos son inevitables, y aparte de que son inevitables, los sufrimientos hacen parte de la agenda de Dios para nuestra vida, ¿Cómo se supone que debemos de responder? Santiago nos responde: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas”. (v.2) Y esto es sumamente clave para nuestra vida, porque el gozo no es la respuesta natural que tenemos ante las pruebas, porque muchas veces lo que nos invaden son sentimientos de pesar, de nostalgia, de tristeza, de angustia, desesperación, menos de gozo.
El punto es que debemos de tener mucho cuidado a la hora de enfrentar el sufrimiento, porque si no respondemos de la manera correcta, a parte del sufrimiento que ya está enfrentando, la amargura puedo invadir tu corazón, se puede presentar la depresión, el dolor nos puede derrotar. Yo creo que vale la pena preguntarnos ¿Qué significa responder con gozo? Y ¿Cómo obtengo ese gozo? Pero tal vez la pregunta más clave seria ¿Cómo no confundirnos con otras fuentes que también ofrecen una supuesta felicidad para la vida? El apóstol Pablo nos responde: “Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”. Romanos 5.3-5
Ni Pablo ni Santiago nos está diciendo que nos alegremos porque estamos sufriendo. Él dice que nos regocijemos porque sabemos que detrás del sufrimiento hay un propósito por el cual Dios lo permite. Cuando aprendemos a regocijarnos en el problema, no por el problema tendremos victoria. Así que Gozo es una profunda convicción de saber que Dios está en control de todas las cosas, y saber que estamos bajo Su voluntad incluso si esa voluntad nos hace pasar por el dolor. El gozo es una actitud, una elección, una decisión. Escúcheme bien: Si hay alguien que debe estar gozoso frente a las adversidades de la vida, esos deberíamos ser nosotros. ¿Por qué? “Por medio de la fe, el poder de Dios los protege para que reciban la salvación que Dios les dará a conocer en el día final.
Eso es motivo de alegría para ustedes, aunque durante un tiempo tengan que soportar muchas dificultades que los entristezcan”. 1 Pedro 1.5-6.
Observe que esa alegría no depende de usted, descansa en el poder de Dios. Así que gozo es paz en medio de la tormenta más poderosa; El gozo al que Santiago se está refiriendo nada tiene que ver con algo sentimental, es una actitud que resulta de ver la vida a través de la providencia de Dios, y es una vida que es vivida bajo el control soberano de Dios, y para la gloria de Dios. Job es un buen ejemplo de lo que significa descansar en la soberanía de Dios cuando las cosas salen bien o cuando salen mal: “Jehová dio, Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito”. Job 1.21
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
¿Es exagerado decir que la iglesia es como un hospital?
¿Es posible que frente al sufrimiento las personas cometan locuras?
¿Cómo aconsejarías a una persona que tiene intenciones de suicidarse?
¿Es posible responder con el gozo del Señor frente al dolor?
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